martes, 16 de septiembre de 2008

Infiltrado en la masa

Hola a todos.

Puesto que ayer volví a la universidad, he vuelto a pillar el hilo de mi futura profesión: publicista. Os preguntaréis el porque de esa imagen. Es sencillo: es la masa. El trabajo de un publicista esta intimamente interconectado con la masa.

Durante mucho tiempo he pensado que no me gusta ser como todos. Odio hacer cosas "populares" que hace todo el mundo, es decir, que hace un cualquiera. Sin embargo, hay algo que empiezo a entender.

La tarea del publicista es manipular (a pesar de lo que se diga, yo ya estoy convencido en esto). Por supuesto, esta el planteamiento clásico, el de que la publicidad sirve para vender productos. Sin embargo, esto vale sólo para personas simples, que no se plantean que pueda existir algo más allá de lo que se ve, algo detrás de la cortina.

Por esto mismo, el publicista debe jugar un papel doble, deshonesto. Un publicista debe observar la sociedad y relacionarse con sus individuos. Un publicista puede entrar a un bar y observar qué hacen las personas. Puede ponerse a charlar amistosamente con los hombres de la barra (más que nada porque dudo que haya muchas mujeres). Parece algo agradable.

Sin embargo, cuando vuelve a su oficina, el publicista cambia de bando. En este momento, aprovecha toda la información recopilada para crear nuevas publicidades. Usando las preocupaciones y deseos de la gente, el publicista puede ser capaz de dar en el clavo. No sólo puede vender eficazmente productos existentes, si no también prever cuales serán los productos deseados dentro de unos cuantos años. De hecho, no sólo puede predecir las necesidades que pueda haber en un futuro, si no también crearlas. Creo que de esto ya he hablado en otra ocasión, pero por si acaso pondré unos ejemplos. ¿Necesidades creadas? Todas las que querais: coches lujosos, ir a la moda en tecnología, estar siempre vestido con lo más caro, etc. Al fin y al cabo, las pocas necesidades naturales que tiene un ser humano son el alojamiento, el alimento y el contacto con sus semejantes. El resto son todo estrategias capitalistas para hacer consumir.

Ahí entraré yo en un futuro. A los publicistas nos toca seguir expandiendo el imperio consumista a costa de la pobres inocentes que no saben nada y creen que cuanta más ropa y mejor teléfono móvil tengan serán mejores personas (o algo así).

Y de ahí he entendido que mi futuro trabajo tiene un requisito algo extraño. El requisito es estar siempre enterado de todo. Esto incluye observar a todos y relacionarse con todos (ya lo he mencionado antes). Para ello, habría que cambiar la forma de emplear el tiempo libre. Antes, consideraba ciertas actividades como pérdidas de tiempo (ir a una discoteca/bar como un tonto a emborracharme sin hacer nada inteligente, pasar toda la tarde de tiendas comprando cosas que no me hacen falta, etc.). Sin embargo, ahora entiendo que es algo que debo hacer si quiero comprender mejor a la sociedad.

En este punto, habría que preguntarse: si hago lo mismo que ellos, ¿en qué seré diferente? Al menos de consuelo me sirve el clásico dicho: la apariencia no lo es todo. Puede que me parezca a ellos, puede que vaya vestido con camisetitas rosas de franjas y vaqueros con zapatillas blancas, puede que vaya riéndome y cantando por la calle como un imbécil, puede que tenga que entrar en las tiendas sin saludar ni despedirme y sin dar las gracias. En definitiva, puede que tenga que comportarme como ellos y ser un pobre borrego del sistema. Pero luego, llegará el momento de la venganza. Llegará el momento de inventar alguna brillante estrategia para hacer que sigan comprando y que sigan creyendo que así son los mejores. Y lo mejor es que ni siquiera se darán cuenta en su vida.

Si hay algo mejor que marginarles, es haciéndolo mientras les engañas.

Puede que a algunos os parezca muy feo esto de despreciar a ciertas personas por algún aspecto de su vida, pero antes de juzgar, recordad que nadie es perfecto y vosotros tampoco lo sois. Vosotros también debeis de aborrecer a ciertas personas, la diferencia es que yo lo publico en un blog.

Un saludo.

2 comentarios:

Cris dijo...

¿Y al querer ser un publicista que hace lo mismo que todos los demás, no te estás convirtiendo en uno más?

No fomentes el consumismo, eso sólo contribuye a continuar esta sociedad que tanto desprecias.

dew!

Anónimo dijo...

Cierto, pero no seré, solo pareceré. Ahí estará la diferencia. Además, la verdad es que no me dan nada de pena. Por mucho que les intentaras explicar como va el mundo, ellos preferirían seguir comprando su ropa y te tomarían por alguno de esos frikis que tiene un blog (irónico). Las personas inquietas tienen a su alcance medios para informarse. Los que no estén interesados, pueden seguir viviendo en su felicidad.

un saludo