viernes, 26 de septiembre de 2008

Teatro americano

Hola a todos.

¿No es gracioso el lío que se esta montando en EE.UU.? Hoy ha tenido lugar la reunión en la Casa Blanca, en la cual se iban a aprobar una serie de medidas para acabar con la crisis económica del país (que en conclusión, contagia al resto del mundo). Digo "iban", porque al final no se ha aprobado nada de nada.

Las medidas eran bien sencillas. Los demócratas habían planeado que el Estado comprara la deuda privada usando el dinero de los impuestos, es decir, el de las personas de a pie. Sin embargo, los republicanos se han opuesto a esta medida. Es fácil imaginarse el porqué.

Desde el punto de vista de los trabajadores, resulta que, mientras ellos se ganaban la vida con el sudor de su frente, los peces gordos de Wall Street se dedicaban a "jugar" en la bolsa. Ahora que algo ha salido mal, ellos, los todopoderosos, necesitan que les salven los "plebeyos". Por supuesto, los tales "plebeyos" se oponen. No sería justo que les salvaran ahora para que pudieran seguir "jugando". ¿Entonces les estarán salvando cuando pase otra vez algo así dentro de X años?

Esta claro que este punto de vista tiene una parte de correcto y otra de orgulloso. El problema es que no es lo mejor para todos. Expertos economístas, personas con más estudios y cerebro que cualquiera de nosotros, ya han demostrado que se perderá menos dinero con esta medida, que el que se perdería si dejamos que las cosas sigan su curso natural.

Ahí esta el dilema, hacer lo mejor para todos o regocijarse en la desgracia ajena. Los peces gordos se verían forzados a trabajar como cualquier otro "despreciable peón". Igual se repetiría la ola masiva de suicidios que se dió durante el "crack" de Wall Street algunas décadas atrás.

El futuro es incierto y lo peor es que todos dependemos de un país como EE.UU. Eso sí es triste, siendo un país gobernado por actores para crédulos inocentes. Y si no, mirad las noticias y estad atentos al relato de la reunión en la Casa Blanca.

Se supone que era una reunión entre los más importantes políticos del mundo. Pues según el relato de los medios (que puede ser más o menos fidedigno), algunos han gritado (nuestro amigo Bush), otros han implorado de rodillas (no es broma) y otros ni siquiera han abierto la boca.

¿Queréis más teatro? Pues mirad el caso del debate entre los dos candidatos a presidente. McCain se opone a asistir al debate y Obama le acusa por ello. Al pobre senador de Arizona sólo se le ocurre defenderse diciendo que "estuvo en el ejército y que se acuerda de que en caso de guerra todos los hombres debían estar a cubierta y preparados". ¡Qué teatral, que poético, que valiente, que patriótico! Y también, que inútil y desviado del tema. Sin embargo, parece que se ganan bastantes aplausos diciendo tres tonterias (evidente, si quienes te escuchan son tontos).

Tampoco podemos echarle exclusivamente la culpa, Obama por su lado no se queda corto. Le encanta mencionar los valores preferidos en sus discursos: libertad, igualdad, bla bla bla. Es increible como estas cosas regalan el oido de millones de personas.

Preveo que en las próximas semanas veremos el interesante desenlace de este pequeño teatrillo.

Un saludo.

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