viernes, 25 de julio de 2008

Adiós a las petrolíferas



Hola a todos.

Hoy me apetece hablar de algo que sucederá en un par de décadas: la desaparición de las compañías petrolíferas. Además, me centraré en su principal mercado: el automovilístico.

Pues bien, existen una serie de tecnologías alternativas a los combustibles habituales.

La primera de ellas son los coches híbridos. Esta tecnología no elimina del todo los combustibles aunque sí consume muy poco. Realmente, los coches híbridos son el siguiente paso en la evolución del automóvil. Su planteamiento es sencillo: poseen dos motores: uno de combustión (por ahora sólo gasolina, aunque pronto también habrá diesel en este tipo de coche) y otro eléctrico. La idea es que mientras vayamos a una velocidad baja (unos 40 km/h, conducción urbana), sólo funcionará el motor eléctrico. Esto hace que el coche sea silencioso y además no contamine el medio ambiente. Por supuesto, este motor no tiene una gran autonomía de por si mismo. De hecho, sólo puede recorrer 80 km sin ser recargado.

Aunque aquí esta la gracia de los coches híbridos. Las baterías que alimentan el motor eléctrico se recargan constantemente. Cada vez que el motor va a ralentí (yendo cuesta abajo o sobre revolucionando nosotros al acelerar), cada vez que se frena y en general al girar las ruedas, se produce electricidad que recarga las baterías. De esta forma es casi imposible que la batería se agote.

Con esta tecnología, el consumo se disminuye drásticamente, casi a la mitad. Además, teniendo el coche dos motores en vez de uno, se obtiene más aceleración y más velocidad punta.

Luego aparte hay otras tecnologías menos desarrolladas pero que algún día serán lo habitual. Una de ellas es el coche eléctrico. Es complicado de construir ya que debe tener algunas características muy específicas: poco peso, buena aerodinámica y además, debe tener numerosas baterías eléctricas de gran capacidad. Esta es la parte más difícil, ya que la tecnología todavía no ha avanzado lo suficiente. Sin embargo, los ingenieros ya están manos a la obra. Muchas marcas de automóviles trabajan codo con codo con los principales fabricantes de teléfonos móviles. El objetivo es desarrollar modernas baterías de litio (metal ligero y de gran capacidad) para dotar de una buena autonomía a los automóviles eléctricos. Una vez arreglados este aspecto, lo único que haría falta es enchufar el coche a un enchufe corriente y dejar que se recargue. El problema sería la factura de la electricidad después...

Aparte, tenemos otros tipos de máquinas e inventos bastante curiosos. Una variación del coche eléctrico es el coche solar. Suelen ser coches muy anchos cubiertos con una gran placa solar. Mientras sea de día funcionan bien. Aunque llueva o esté nublado, el coche puede seguir circulando. Su único inconveniente es que no poseen demasiada potencia (al igual que el coche eléctrico).

También es curioso el motor de agua. Es probablemente el automóvil más difícil de desarrollar. Funciona con el principio de la electrólisis. Se hace pasar a través de un recipiente de agua (H2O) una corriente eléctrica. Esto hace que los elementos del agua se separen (H y O). El oxígeno se desecharía y sólo quedaría el hidrógeno. Es una gran ventaja tener un combustible así, ya que posee un gran poder calorífico. De hecho, los cohetes espaciales se alimentan de hidrógeno. El problema de este coche reside en diseñar el motor. Primero, porque hace falta una corriente eléctrica constante que realice la hidrólisis y, segundo, porque el tamaño de un motor así debe ser considerable, lo que también incrementa mucho el peso. Sin embargo, marcas como BMW ya han realizado coches de agua que alcanzan la nada despreciable velocidad de 100 km/h. En cualquier caso, existen muchos problemas de sequía y escasez de agua potable. Si encima la usamos para mover nuestros automóviles, a la humanidad no le quedaría mucho futuro.

De todas formas, estas tecnologías tardarán algunos años en llegar a perfeccionarse. Por eso mismo, siempre podemos encontrar soluciones alternativas más actuales. Suponiendo que se acabaran los combustibles fósiles, siempre nos quedará el biodiesel. De hecho, cualquier motor diesel funciona con aceite de girasol normal. Esto ha llevado a algunas compañías a extraer su diesel de plantaciones de girasoles. El único problema aquí reside en que la agricultura para la alimentación ya de por sí ocupa bastante espacio en el plante. Además hay muchas personas muriendo de hambre, y nosotros queremos cultivar para hacer combustibles... Es complicada esta cuestión.

No se sabe lo que nos deparará el futuro próximo, aunque esta claro que no nos quedaremos sin conducir (un tema importante para mí). Lo mejor de todo es que al fin se acabarán las estúpidas guerras por el petróleo. No valdrá nada, pasará de ser el oro negro a ser sólo negro. Los países árabes podrán quedárselo todo para ellos. También se quedarán sólo con su codicia, al igual que ciertos países que les atacan por la misma razón (ejem, EE.UU.). Sería maravilloso que todos pudieran circular con sus coches libremente, sin tener que depender de nadie. Aun así, la naturaleza humana, codiciosa, avariciosa y envidiosa, siempre encontraría la forma de poner trabas y sacar dinero. A esos también les desearía que se murieran.

Un saludo.

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