Espíritu olímpico (escolar)

Hola a todos. Durante estos días han estado desarrollándose por aquí las olimpiadas escolares. Me ha parecido una buena oportunidad de observar un poco más a los críos de hoy en día.

Y bien, la cuestión es, ¿se mantiene el espíritu olímpico en estas competiciones? Más importante, ¿van los jóvenes a competir o a otra cosa?

Bueno, con los años el concepto de "olimpiadas escolares" ha ido variando gradualmente. En un principio, era una cosa bastante impopular. Los profesores de educación física escogían a los alumnos aventajados en el deporte y éstos iban a las olimpiadas. Aquí tocaba medirse con los alumnos aventajados del resto de colegios de la ciudad. ¿El premio? Dejar muy alta la reputación de nuestro centro escolar.

Ahora todo eso ya no existe. Para participar en las olimpiadas, sólo hay que inscribirse en una lista al alcance de todos o ir a llorarle al profesor un rato hasta que acepte incluirnos (pero sólo porque le damos pena). Además, según el sexo, cada parte saca provecho.

Para los chicos, es su oportunidad de darse a conocer al otro sexo. Por un lado están los típicos chicos populares que están todo el día saludando a las chicas que conocen en el recinto deportivo. Su misión principal es ligarse a la chica popular de otro colegio para salir con ella y ser la pareja más popular de la ciudad (al menos eso creen ellos). Por otro lado, tenemos a los marginados. Éstos no tienen porqué ser feos o con gafas (esas cosas que no gustan a las chicas de esa edad), aunque al no ser "guays" o "ir a la moda", pues no llaman la atención. Esta especie acude desesperadamente a las olimpiadas escolares para ganar a los "tíos populares" y así lograr que todas las chicas quieran conocerles, darles su móvil (todos tienen móvil) y su messenger (todos tienen messenger). Esperan que así, al fin puedan mojar el churro.

Por otro lado, tenemos a las chicas. Aquí la cosa, es justamente al contrario. Las chicas van en coros, nunca inferiores a tres o cuatro. Estos grupos se componen así: en los grupos pequeños, todas las chicas son populares. En los grupos grandes, sólo hay una o dos chicas populares y el resto son "para hacer bulto". Se dedican a rondar el estadio y "otear" a los chicos que están aceptables. Así, la chica popular espera a que el chico popular gane la medalla para salir con el. Mientras tanto, sus amigas no-populares aspirarán a salir con los amigos no-populares del chico popular.

Una vez ha acabado la actividad deportiva de la mañana, llega la tarde, el momento de tener "vida social". Nada más comer, tenemos la guerra de globos de agua. Aquí los chicos pueden intentar mojarles las camisetas a las chicas para verles las tetitas, no importa si no las conocen de nada. De todas formas, es en vano ya que las chicas siempre llevan debajo de su camiseta bikinis de colores. Para poner más cachondo al personal, siempre suelen ir con pantaloncitos muy cortos y camisetas atadas por delante.

Después de este "simpático" momento, llega la hora del baño en la piscina municipal. Otro interesante momento para que los chicos puedan ligar. Se quitan sus camisetas para enseñar su "musculatura". Todas las chicas se quedan mirando y empiezan a cotillear. Se acercan sigilosamente y se presentan, para luego darle al chico sus móviles y messengers.

A continuación, viene la visita al mercadillo. Para las olimpiadas escolares, siempre se montan carpas hinchables, comida y bebida gratuitas y demás atracciones. Es otro momento interesante para que los coros de chicas puedan ir "roneando" a los chicos y espiando por todos lados.

Por último, llega la noche. Todos se van de fiesta y se celebra uno de los botellones más grandes del año (los otros son en San Juan y en Noche Vieja). En estos momentos, todos aprovechan los contactos conseguidos durante el día y llaman al chico/chica que más les ha impresionado. Cuando quedan, ya no cuesta mucho llegar a hacer "algo", ya que los dos llevan tan poca sangre en alcohol, que sólo es cuestión de "ir al asunto".

Y así es como acaba lo que es, para muchos escolares, el día más apasionante de su vida. Después de las olimpiadas, todos son más populares, tienen más "amigos", han sumado más personas a su contador de "rollos" y la vida es más maravillosa.

Un saludo.