miércoles, 18 de junio de 2008

Una bici defectuosa

Hola a todos. Hace poco apareció en televisión un programa llamado "El método Gonzo". Lo cierto es que todavía no he tenido oportunidad de verlo, aunque sé que se encarga de arreglar estafas de grandes compañías a clientes indefensos. Debe ser de lo más divertido como los empresarios sin escrúpulos están frustrados mientras son grabados con las cámaras de televisión y la reputación de su negocio cae en picado. Supongo que se lo merecen, por creer que son inalcanzables. De todas formas, insisto, no he visto el programa y no puedo decir mucho más...

En cualquier caso, esto viene a cuento de algo que me pasó el otro día. Fui a Carrefour a comprarme una bicicleta. Ya se que los expertos diréis que esas bicicletas no valen nada y se romperán en un par de años. Sin embargo, yo no estoy tan emocionado como para gastarme 400 euros en una bicicleta "buena" para luego no usarla. Lo siento, pero con unos 100 euros y una duración de 4 o 5 años me conformo.

Sin embargo, es difícil que la bicicleta dure tanto si de entrada no está demasiado bien "configurada". En teoría, al comprar la bicicleta, el mecánico encargado del servicio se ocupa de ajustarla para que pueda usarse. Digo en teoría, porque el trabajo que me encontré era bastante mejorable. En un principio, me llamó la atención el hecho de que los frenos no estuvieran bien separados de la llanta. Tocaban ligeramente, lo que no permitía a la rueda girar con soltura. Luego también pude comprobar que el cambio no estaba bien ajustado. En determinados platos, el mecanismo de cambio se traba y no logra cambiar a las marchas más bajas. Para colmo, el sillín estaba ligeramente torcido a la derecha.

Todo esto parecen tonterías, pero da rabia. Al fin y al cabo, una bicicleta no es una compra menor, como un yogurt o un refresco, son muchos euros. Y claro, el mecánico estaba tan "ocupado" dando paseos por el lugar que no podía dedicar 5 minutos más a ajustar la bicicleta como dios manda.

De todas formas, a mi me dio lo mismo. Volví dos veces para que me ajustara la bicicleta. Me pregunto si se sintió abochornado del trabajo que estaba haciendo. Seguramente, cualquiera podría hacerlo mejor que él. Aunque claro, como en Carrefour la cosa va por "enchufe familiar", pues ahí tenemos al hijo tonto de alguna señora que ha encontrado un puesto de trabajo en el que poder vaguear.

Y así funciona últimamente el negocio. Cada vez hay más pánfilos en todos lados y menos personas capaces que sepan de verdad lo que necesitan sus clientes. Típicos casos de vendedores de tecnología a los que al preguntarles por un cable les suena a chino u otros vendedores que lo único que saben decir es "en mi tienda te habría salido mejor, lo de la otra tienda es una mierda".

Por suerte, estos negocios no suelen llegar muy lejos. Cierto es que no quiebran, aunque sus dueños están condenados toda su vida a mantener una tiendecita sin expectativas de mejora. Para ellos los conceptos de cuidar al público (relaciones públicas) o darse a conocer (publicidad) son cosa de otro mundo. El único problema es que siempre habrá gente descerebrada capaz de gastar más dinero por bienes y servicios de peor calidad. Siempre tiene que haber alguien que se resista a pensar.

Un saludo.

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