lunes, 20 de octubre de 2008

Coltán

Hola a todos.

Hay que reconocer que el tema de esta entrada no es original propio. Es un tema que esta siendo tratado ahora mismo en Cuarto Milenio. Es posible que no conozcáis el programa ya que todo el mundo cree que es "la cosa esa rara de los fantasmas". Si vosotros también creéis eso, tengo que deciros dos cosas. Primero: dejad de ver Gran Hermano y expandid vuestros límites; segundo: merece la pena que os sacrifiquéis algún domingo para verlo.

Sea como sea, hoy han hablado del coltán, un nombre desconocido para mí (y supuestamente para vosotros también ya que el nombre sólo es conocido por el 1% de la población mundial). Por lo tanto, aclaremos qué es el coltán. Es un mineral y, además, de los más importantes. La gracia es que es un mineral que nos rodea en nuestra vida diaria sin que nosotros sepamos siquiera que existe. Básicamente, es el superconductor que hace posible la existencias de teléfonos móviles, ordenadores portátiles, GPS, satélites artificiales, etc. En definitiva, ha ayudado a que la tecnología sea más pequeña todavía.

Sin embargo, tiene una historia sangrienta. Resulta que este mineral es muy escaso ya que no está disponible en cualquier sitio. De hecho, el 80% de este mineral se encuentra en el Congo. A partir de ahí ya podéis imaginar como va la cosa. ¿Quienes trabajan en la extracción? Niños. ¿Qué ganan? Comida como para no morir y, a veces, dos o tres dolares al mes. ¿Están esclavos? Pues en su mayoría sí.

Tal vez no os sorprenda mucho ya que estamos acostumbrado a las noticias de la explotación infantil. Todos sabemos que es algo real y que existe, pero creemos que sucede sólo de vez en cuando y sólo lo hacen las empresas sin escrúpulos. Sin embargo, cuan equivocados estábamos...

Cualquier compañía que fabrique móviles, televisores, consolas, ordenadores y demás tecnología, repito, cualquier empresa de este tipo, se ve obligada a comprar coltán. Por tanto, cualquier empresa de este tipo aprovecha el trabajo de niños explotados. El dato es que por cada kilo de coltán extraído se pierden entre dos y tres niños en cada excavación. A partir de ahí os podréis hacer una idea.

También es lógico imaginar que a las empresas no les gustaría que las personas se enteraran (por suerte, como os he dicho, el 99% de la población no tiene ni zorra). Según narraba el periodista invitado a Cuarto Milenio, la cosa es un clásico caso de intereses con los medios. Todas las compañías envueltas en esto (que son muchísimas) tienen a su vez contratados generosas campañas de publicidad en los medios. Claro, si algún medio decide publicar noticias al respecto, podría perder a sus clientes de publicidad y tener serios problemas económicos.

Así, los medios sufren presiones para que no informen del asunto. Entiendo que se haga una omisión de información. Lo acepto, porque se que ellos son así. Lo que no acepto es que se haga una mentira de la información. Una de las cosas más llamativas de las declaraciones del periodista era sobre estos sucios asuntos del Congo. La guerra ahí presente resulta ser por el coltán, no conflictos tribales como se hizo creer. ¿Es esto posible? Todo un país, todo un mundo se ha tragado la historia. Además, a la noticia no se le dio tampoco mucha importancia, a pesar de que estaban muriendo cientos de miles de personas. Ahora entiendo porque. Si la noticia hubiera atraído la atención, puede que se descubriera el pastel. He ahí un limpio ejemplo de la manipulación de los medios.

Según el periodista invitado, los muertos ya ascienden a unos cuatro millones. Casi nada. Todo ello por apoderarse de los yacimientos de este mineral.

Parece que ya hay varios países en la puja por el mineral. Entre ellos, el contendiente más interesante es China. Teniendo en cuenta que es un mercado emergente, puede que les interese crear una nueva súper industria tecnológica. Si lo logran, puede que el sistema capitalista tal y como lo conocemos cambie por completo.

En cualquier caso, todo eso no importa. No importa quién controle el coltán, porque cuando éste se acabe, los humanos estaremos en serios problemas. ¿Como podremos vivir sin la microtecnología? Sin móviles (serían maletines), sin televisores planos o, más importante, sin satélites artificiales. Nuestra tecnología debería retroceder décadas quedando reducida a un nivel ridículo. El único punto positivo es que tampoco sería posible producir armas de destrucción masiva. Algo bueno tenía que haber también.

Otra observación interesante es sobre las iniciativas de reciclaje de teléfonos móviles. Resulta que los que parecían los buenos son los malos en realidad. Por lo que decía el periodista invitado al programa, en cuanto dejamos estos móviles, son llevados hasta Australia y a continuación al Congo donde es extraído el coltán existente en el interior del móvil. Así que la cosa no iba de ecología si no de llenarse los bolsillos más todavía. Ahora sí que no voy a participar (no es que antes lo hiciera).

Tal y como decía Íker Jiménez, esta historia tiene todas las papeletas para ser una bomba. Tenemos guerras, manipulación descarada de la información por los medios, un mineral sangriento, niños que mueren a diario y lo mejor de todo: el futuro de la humanidad contenido en una pequeña piedrecilla azul.

Siempre he creído que hay que tener cuidado con los medios, hay que adoptar una actitud firme. Ahora estoy seguro. Sólo hay dos soluciones. O vivimos sin enterarnos de nada (para no ser manipulados) o contrastamos decenas de medios para saber que no somos mentidos. El problema es que incluso en este caso sería difícil detectar esta mentira. El periodista en cuestión se enteró gracias a que era corresponsal de guerra. Lo oyó de los mercenarios de la zona.

Totalmente increíble. Todavía estoy pensando qué otras mentiras podría haber escuchado en los últimos años. Sinceramente, es una pena que Cuarto Milenio tenga tan poca difusión. Cierto es que algunos programas son somníferos, pero otras veces...

Tal vez la Cuatro meta mano en el asunto, ¿cómo se explica si no que el programa se emita un domingo a las 12 de la medianoche?. Seguro que en otro horario tendría un éxito aplastante. Pero ya se sabe, con toda la polémica que tocan puede que la Cuatro tuviera problemas con sus patrocinadores, lo que se traduciría en el fin del programa.

De una u otra forma, os recomiendo encarecidamente que lo veáis siempre que podáis. Ya sea sacrificando horas de sueño o aprovechando los lunes festivos, siempre se aprende algo.

Un saludo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He sido injusto al no mencionar el nombre del periodista en cuestión: Alberto Vázquez Figueroa. Su idea más importante ha sido que "el futuro de la humanidad depende de que un grupo de niños esté picando estas piedrecillas en un agujero en el desierto".

Un saludo.

Anónimo dijo...

Impresionante el trabajo de Iker y el de Alberto Vázquez Figueroa.