martes, 14 de octubre de 2008

Publicidad del futuro

Hola a todos.

Nuestro profesor de Estructura Social nos pidió que hicieramos una redacción con forma de noticia en la cual explicaramos el posible futuro de la publicidad. Ya que me he tomado la molestia de escribirlo, he decidido publicarlo aquí también.

Hipotética futura noticia sobre la publicidad (año 2025):

Lo que comenzó hace dos años como un experimento, a día de hoy se ha convertido en todo un estándar a nivel mundial. La idea original de Coca-Cola consistía en la creación de la tarjeta PPC (Publicidad Personal del Cliente). Con esta tarjeta, cada vez que adquiríamos un producto de la compañía Coca-Cola, se nos cargaban una serie de puntos. Si a final de mes habíamos conseguido cierto número de puntos, veíamos ingresada una modesta cantidad de dinero en nuestra cuenta corriente.
Sin embargo, con el tiempo la idea ha atraído a otras multinacionales. Gigantes como McDonalds, Shell, Pepsi o Nestle no han tardado en unirse a la iniciativa. Actualmente, cada tarjeta PPC posee todo un ranking grabado en su banda magnética.
El funcionamiento actual es el siguiente: todas las marcas incluidas en la iniciativa de la tarjeta PPC (prácticamente el 95% de marcas existentes en el mundo) están distribuidas por categorías (alimentación, ocio, etc.). Cada vez que compramos un producto de cierta marca, éste se registra en la tarjeta. A final de mes, se comparan todas las marcas de una categoría y se extrae una clara vencedora (por ejemplo entre Coca-Cola y Pepsi). La marca que más haya sido consumida dentro de cada categoría ingresará cierta cantidad de dinero en la cuenta del cliente que dependerá de las veces que se ha consumido y de la diferencia de puntos con las marcas que siguen a la vencedora. De esta forma, para el cliente es posible tener unos ingresos extra de unos 50 euros al mes.
La ventaja para las marcas es clara. Se logra una afinidad sin precedentes a la marca. Además, ahora las compañías deben hacer muchos esfuerzos para atraer a sus clientes. Las promociones y eventos están a la orden del día (invitaciones para fiestas, eventos deportivos, estancias gratuitas en hoteles e incluso regalos más grandes como automóviles para los clientes más fieles).
A cambio de todas estas ventajas, el cliente se compromete a recibir consejos publicitarios de su marca preferida en cada categoría. Puesto que hoy en día estamos rodeados de tecnología, esta publicidad podría llegar de muy diversas formas. Puede que nuestra nevera nos informe de los panes Bimbo que nos quedan dentro y de las condiciones óptimas de consumo o puede que nuestro Ford nos diga cual es el mejor combustible, aceite o refrigerante (esto llevaría además a convenios entre marcas).
De esta forma, la publicidad convencional ha sido reducida. La publicidad de mantenimiento de clientes comparte un 50% en la cuota general con la publicidad de atracción de clientes. Así pues, la publicidad de mantenimiento podría ser que se nos informe de que si adquirimos 20.000 puntos de Burger King durante el mes podremos asistir a una fiesta privada en el hotel más moderno de la ciudad. O podríamos recibir algún regalo misterioso que estaría acuerdo a nuestros gustos (serían conocidos gracias a los patrones de consumo de nuestra tarjeta PPC).
Así pues, en este mundo tan consumista, la tarjeta PPC se ha convertido en un carné imprescindible en nuestra cartera, igual que puedan serlo nuestro documento de identificación o el carné de conducir. En unos años el 100% de las marcas del mundo ya estarán incluidas en el sistema PPC y comenzará una nueva guerra moderna por conquistar a los clientes a nivel mundial.

Un saludo.

1 comentario:

Forgiven Princess dijo...

Ugh, más tarjetas x3!
Ya tengo que llevar el DNI, el carnet jove, el de estudiante, el de la asociación juvenil de mi pueblo, el SIP, y cuando salgo del país también la TSE (Tarjeta Sanitaria Europea).

Y en un par de años, también el carnet de conducir, y las tarjetas del banco, y el universitario...

Que se vayan a zurrir mierdas con las tarjetas, aunque lo de cobrar no está del todo mal...